MUJERES QUE SUEÑAN...Y CONCRETAN
lunes 3 mayo 2021

MUJERES QUE SUEÑAN...Y CONCRETAN

La tendencia a ser intransigentes aun cuando vemos que “hay algo que no funciona”, nos mantiene aferradas a lo conocido, y enfrascadas en la imposibilidad. ¿El resultado? Soñamos, sí, pero esos sueños se desvanecen en las nubes de la zona de confort y se diluyen detrás de mil excusas.

 

El famoso escritor, conferencista y referente en liderazgo a nivel mundial, John Maxwell, escribió una frase que resume por qué hay tantas personas que no logran concretar sus sueños, él explica que:

“Una de las razones por las cuales las personas no alcanzan sus

sueños, es porque desean cambiar sus resultados sin cambiar sus

pensamientos”

¿Cuáles son tus sueños? ¿Qué estás haciendo para que se hagan realidad?

 Fuimos creadas no solo con la capacidad de soñar, sino también con la de alcanzar nuestros sueños. Pero cuántas veces no se concretan y como consecuencia se asoman a nuestra vida la frustración, el enojo y la resignación.

 

Podemos elegir solo soñar, o elegir soñar y concretar.

Un sueño seguirá siendo únicamente eso, si no nos movemos para alcanzarlo. Cuando una mujer sueña despierta, pero no acompaña ese sueño con un plan de accion -metas, objetivos, estrategias, etc.- se queda en el nivel de: “que lindo seria si…”. Para concretar tus sueños es necesario subir de nivel y pasar del “qué lindo sería” al  “me pongo en marcha”.

A veces dejamos de soñar por temor a fracasar. Tal vez tenías un sueño que por distintos motivos se frustró y hoy no te animás a ponerte en acción para no pasar nuevamente por una desilusión. Pero recordá que sin expectativa y metas de crecimiento, sin decisiones de avance y cambio, tu vida poco a poco se estanca y se seca, simplemente “transcurre”, sin sueños, sin pasión, sin propósito.

Para alcanzar nuestros sueños es necesario cambiar la manera de pensar.

Cuando estamos estancadas emocionalmente, nuestra mentalidad se vuelve rígida. La tendencia a ser intransigentes aun cuando vemos que “hay algo que no funciona”, nos mantiene aferradas a lo conocido, y enfrascadas en la imposibilidad. ¿El resultado? Soñamos, sí, pero esos sueños se desvanecen en las nubes de la zona de confort y se diluyen detrás de mil excusas.

Cuando nos mantenemos ancladas en ideas que no queremos revisar o cambiar, cuando elegimos alimentar pensamientos negativos y aun así, esperamos tener resultados diferentes, sucede lo que expresa Maxwell: no alcanzamos nuestros sueños. Frente a esta realidad, muchas mujeres desisten, entierran sus anhelos, se autolimitan, reducen el margen de riesgo, evitan el cambio y dejan de avanzar.

 

“La esperanza postergada, aflige el corazón, pero un sueño cumplido, es un árbol de vida” Prov. 13.12

¿Cómo hacemos para dejar de postergar y cumplir nuestros sueños? ¿Cómo hacemos para avanzar del “que lindo seria”... al “me pongo en marcha”?

Decidite a  pasar del sueño al plan y del plan a activar un compromiso personal para llevarlo adelante con perseverancia. Nada va a suceder si no elegís ponerte en acción, porque la intención por sí sola no te lleva a la concreción.

¿Querés despertarte a un nuevo tiempo? ¿Querés lograr lo que venís posponiendo? Imaginá tu escenario futuro habiendo cumplido lo que anhelás, pero por favor ¡no sólo sueñes despierta! ¡Dejá de postergar y activate! Renunciá a las dudas, tené presente que  vos sos la protagonista y la encargada de labrar esos sueños, de regarlos, de asumir el compromiso personal de trabajar activamente por ellos para alcanzarlos. ¡Enfocate en que tus sueños superen tus excusas!

 

Elegí mantenerte firme y confiá en que Dios está a tu lado, te ayudará y abrirá caminos ¡sí! pero, ¡hacé vos tu parte!, ponete en marcha, animate, da pasos concretos, establecé estrategias, elaborá un plan de acción y acompañá todo esto con fe en un Dios que te ama y quiere lo mejor para tu vida. 

¡Adelante mujer! ¡Que este es tu tiempo no solo de soñar Sino también de concretar!

 

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