EL MILAGRO ESTÁ EN TUS MANOS
Qué valor maravilloso tiene un milagro!, un milagro puede cambiar una historia.
En 2 Reyes, versículo 4 vemos la historia de una mujer que se queda viuda, desamparada y con deudas que afrontar, los acreedores venían para llevarse como esclavos a sus hijos, pero en el momento preciso ocurre un milagro y su vida da un giro de 180º.
Dios quiere sorprendernos y usarnos como instrumentos para ver milagros en nuestras vidas, pero para que esto ocurra tenemos que descubriraDios. El profeta le dijo a la mujer: “enciérrate”,
El profeta guía a la mujer para que busque en Dios su milagro.
La desesperación nos hace buscar fuera las soluciones sin saber que la solución está dentro de nosotros. Dios puso todo lo que necesitas dentro tuyo. En los evangelios Jesús dijo: “Cuando vayas a orar cierra la puerta detrás de ti y tu padre que ve en lo secreto te recompensará en público”.
Debemos ser personas que busquen en Dios la respuesta, los líderes fuertes saben encerrarse con Dios, han aprendido a orar, a hacer guerra espiritual, no debemos ser líderes débiles que son dependientes. Todos amamos la ministración, es muy bueno que alguien ore por nosotros, pero lo que nos sustentará será la autoministración.
Debemos vivir la realidad del evangelio en nuestra intimidad, en nuestros hogares, loslíderesfuertessonlosquetienenhogaresfuertes.
Debemos cuidarnos de lo que hablamos de la Iglesia en nuestra casa, muchos hijos se apartan por lo que oyen en la intimidad del hogar.
Nuestro ejemplo debe ser la mejor enseñanza, nuestros hijos deben ver cómo resolvemos los problemas en la vida, de nada sirven las charlas si no ven nuestro ejemplo, ellos tienen que ver lo que significa depender de Dios,no tenemos que vivir dándoles charlas enseñándoles del amor, del perdón, de la fe, de la oración debemos mostrárselo.
También en nuestros hogares tenemos que trasmitir el avivamiento para que nuestros hijos no se conviertan en religiosos, debemos transmitir ese legado, muchas veces no hemos sabido transferir la esencia de un Dios que se experimenta, debemos orar para que nuestros hijos experimenten al Dios de milagros en nuestras casas.
Los milagros van a ocurrir con líderes fuertes que aprenden a depender del Espíritu Santo, la mujer subestimó el aceite, le dijo al profeta “NO TENGO NADA”, pero tenía aceite.
El aceite es sinónimo del Espíritu Santo, y toda solución viene por el Espíritu Santo, por eso no lo subestimes, él es tu ayudador.
Debes descubrir el poder del aceite, en él están todas las respuestas, no sólo las cosas estrictamente espirituales, sino todas. En la antigüedad el aceite era fuente de alimentación (se usaba como base de la alimentación), fuente de sanidad (se usaba para curar heridas), fuente de prosperidad (el aceite era base de la economía de aquella época) el Espíritu Santo es la puerta para la multiplicación en tu vida, en los evangelios Jesús nos prometió un ayudador y éste sería el Espíritu Santo.
La viuda experimentó el milagro en sus propias manos, llenaba una vasija con aceite y volvía a tener más, llenaba otra y volvía a tener más, es que la unción se multiplica al dar, cuánto más des a otros, más Dios te dará.
El libro de los hechos cuenta que Dios hacía milagros extraordinarios por la mano de Pablo. Somos instrumentos en las manos de Dios, cuando nos quedamos quietos el aceite se estanca, se detiene.
Da lo que tienes y te será dado más.