CÓMO HUIR DE LA INFIDELIDAD EMOCIONAL
miércoles 30 noviembre 2016

CÓMO HUIR DE LA INFIDELIDAD EMOCIONAL

¿Se puede ser infiel sin contacto físico? ¿Es posible engañar al cónyuge sin intimidad sexual? Jesús dejó bien en claro que no es necesario que el adulterio involucre los genitales: “Yo les digo que cualquiera que mira a una mujer y la codicia ya ha cometido adulterio con ella en el corazón”, Mateo 5:28 (NVI).

Paseábamos por la ciudad de Buenos Aires y decidí cortarme el cabello. Mientras el peluquero hacía su trabajo comentó que le lleva dos horas y media llegar cada mañana y otro tiempo igual volver a su casa todas las noches. ¡Cinco horas de viaje! ¿Cómo sobreviven sus vínculos familiares?

Hoy en día se permanece mucho más tiempo en el trabajo que con el cónyuge. Este medio facilita las amistades especiales, es decir, personas con las que da gusto hablar, trabajar y relacionarse de modo más directo. Comienzan los coqueteos, las insinuaciones y conversaciones íntimas y privadas, las que, finalmente, provocarán conexiones emocionales muy fuertes. Como dijo Catherine Deneuve: “Un flirteo es como una pastilla. Nadie puede predecir exactamente sus efectos secundarios”. Salomón lo dijo así: “La sabiduría te librará de la mujer (persona) inmoral, de las palabras seductoras de la mujer (persona) promiscua… Entrar a su casa lleva a la muerte, es el camino a la tumba”, Proverbios 2:16-18 (NTV) énfasis del autor.

Luis Mazzon, licenciado en psicología, dice que la infidelidad emocional es un intenso vínculo afectivo y con un gran compromiso, dedicación de tiempo e intimidad, que se da con alguien ajeno a la pareja pero que no incluye un contacto físico.

Lo diabólico de este tipo de infidelidad es que las personas involucradas pueden engañarse a sí mismas, creyendo que la relación “no ha llegado a mayores”. Sin embargo, ese “alguien especial” es mucho más cercano y querido que la propia pareja.

La infidelidad emocional puede ocasionar tanto daño como la estrictamente sexual. Hay personas que perdonarían una “aventura sexual” pero no una relación con vínculos sentimentales. Particularmente a ti: ¿qué te molestaría más?

He aquí algunas razones por las que una persona podría cruzar el umbral de la santidad y quedar “enganchada” emocionalmente con alguien que no es su pareja.

• Vacío emocional. Cuanto más distanciada esté una pareja, mayor será el riesgo de comenzar una infidelidad emocional. El distanciamiento no necesariamente será físico; el emocional es mucho más peligroso. Los vacíos afectivos, las carencias amorosas y la falta de apego a la pareja pueden dar lugar a una nueva e intensa relación fuera del matrimonio.

• Falta de interés. Hay una especie de embotamiento; si él o ella está, o no, da lo mismo. Cada uno de ellos siente que vive “en paz” cuando está solo/a, y agobiado/a cuando comparte el espacio con su pareja. Las críticas mordaces y los insultos solapados son la forma de relacionamiento diario. La intimidad es rutinaria, espaciada y poco gratificante. “Normalmente cuando una pareja pasa por una etapa de desencanto y la rutina se instaura como pauta de funcionamiento, crece la posibilidad de la infidelidad emocional. Si sólo deseo que llegue el lunes para poder verlo/a en el trabajo, si constantemente quiero hablar o chequear el e-mail para ver si me ha escrito, significa que el fuego está cerca. Aquí puede surgir el engaño, la culpa y el remordimiento”.(1)

• Ausencia de comunicación. Las palabras, gestos y acciones pueden favorecer o entorpecer la intimidad. La licenciada Analía Mitar dice: “Hay que fomentar y sostener una buena comunicación, tanto sobre temas cotidianos de la vida como en el plano sexual. Es decir, hablar, compartir fantasías sexuales y generar el tiempo para las distintas emociones que se ponen de manifiesto en los juegos sexuales. También se debe tratar de buscar nuevos escenarios para la pareja, hacer cosas atrevidas y fuera de la rutina, que no sólo sean sexuales sino divertidas. Eso incrementa la sensación de sentirse a gusto con el otro. Y suma mucho a la relación”.

La mejor manera de evitar la infidelidad emocional es fortalecer tu pareja, a la vez que colocas un freno a las otras relaciones. Recuerda, uno nunca está inmune a este tipo de tentaciones. El hecho de estar casado/a no apaga necesariamente el deseo por otras personas, por lo que te recomendamos, si reconoces que estás pasando un tiempo de cercanía emocional con un compañero/a de trabajo u otra persona y tu relación matrimonial es totalmente madura, coméntaselo a tu cónyuge. El compartir tu tentación puede generar mayor intimidad y acercamiento. Sabemos que es difícil pero piénsalo de esta manera, mucho más difícil será para tu cónyuge sobreponerse al engaño y restituir la confianza en caso que la relación continúe, que ayudarte a superar esta tentación sin condenación y con mucho amor.

Sentarse, reflexionar y evaluar las consecuencias desastrosas que puede generar dicha “aventura” es tu mejor opción. Evita el contacto y la intimidad con personas distintas a tu cónyuge. Modifica tu rutina. Redirecciona tu pasión. Tu familia merece el esfuerzo.

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